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24 de mayo de 2013

LA FE NOS LLEVA A LA UNIDAD, VOCACIONES AL SERVICIO DE LA CARIDAD SIN FRONTERAS


 Mesa redonda nº 3 en el V Congreso Teológico Pastoral

Complejo Cultural San Francisco.- viernes 17 de mayo de 2013


 Buenas tardes:

Partiendo del hecho de que todos los cristianos tenemos “una misma Fe en Dios uno y trino”- aunque la practiquemos en tradiciones diferentes – y que “estamos unidos por un mismo Bautismo”;
- me puse a leer el tema de esta mesa redonda y me llamó la atención las palabras:
“vocaciones” y “caridad sin fronteras”.
Pedí al Espíritu Santo que me diera acierto para saber lo que debía decir esta tarde y se me ocurrió repasar un libro de D. Julián García Hernando, que fue
- sacerdote operario diocesano,
- fundador de las Misioneras de la Unidad,
- y durante años dirigió el secretariado de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española. Uno de sus capítulos habla de las “Comunidades Consagradas Protestantes” surgidas por el deseo de algunas personas de entregarse a la imitación de Jesucristo mediante el servicio a Dios y a los hermanos y que con el tiempo han quedado marcadas con un fuerte carácter ecuménico.
Todos sabemos que el monacato, en las Iglesias salidas de la Reforma, fue languideciendo hasta casi desaparecer y era una de las cosas que nos diferenciaban a católicos y protestantes.

Pero hace algún tiempo han ido apareciendo “Comunidades de vida consagrada” dentro del protestantismo luterano y calvinista.
¿Por qué cuento esto? Me parece importante que los católicos lo sepamos, ya que no es conocido entre nosotros:

1º.- Existen Comunidades religiosas consagradas dentro de las Iglesias Reformadas, como la de POMEYROL en Francia y la de GRANDCHAMP en Suiza.
            Esta última formada por mujeres de diversas nacionalidades: francesa, alemana, suiza, holandesa…etc. que fundadas antes de la II Guerra Mundial, pasaron la contienda conviviendo y orando juntas por la Paz, aunque pertenecían a países en aquel momento enemigos. 
           
Y entre las Iglesias luteranas están, por ejemplo, “las Hermanas de María” de DARMSTADT en Alemania, actualmente con miembros de muchas denominaciones protestantes, procedentes de dieciocho países distintos…etc.

2º.- Hay Comunidades ecuménicas, que tienen la “Oración por la Unidad de los Cristianos” como centro de su vida de consagración.
            Y viven una espiritualidad especialmente ecuménica, como son:
Las Misioneras de la Unidad antes mencionadas, nacidas en España y
Las Misioneras Ecuménicas fundadas en Italia, las dos de origen católico.

3º.- Otras Comunidades tienen carácter inter-confesional y han intentado experiencias religiosas comunes, dentro de las distintas confesionalidades cristianas de sus miembros.
Conocemos en Suiza Comunidades consagradas formadas por “diaconisas protestantes” y “religiosas católicas”.
Está también la Comunidad de Bose, cerca de Turín en Italia, que comenzó siendo católica  pero después se fue abriendo a otras confesiones cristianas y en la actualidad un centenar de hombres y mujeres procedentes de Iglesias cristianas diferentes: Ortodoxos, católicos y algunos protestantes comparten una vida común de obediencia, celibato, pobreza y acogida,
¡Y muy importante! - permaneciendo cada persona dentro de su propia Iglesia.

            Pero tal vez la más conocida de ellas sea la Comunidad de Taizé, que surgió en la región francesa de Borgoña en la década de los años cuarenta del siglo pasado.
Fundada por un joven pastor reformado suizo, el Hno. Roger, que reunió, como monjes bajo una misma regla, a hombres procedentes del luteranismo, calvinismo y anglicanismo y que luego se abrieron al catolicismo.
Esta Comunidad es ejemplo de “Diálogo de Santidad”, poniendo en práctica esta “caridad sin fronteras” de la que hablamos, al acudir constantemente algunos de sus monjes a las zonas más conflictivas y pobres del mundo, para llevar consuelo y reconciliación.

En los ambientes anglicanos, sin embargo, ya eran conocidas desde el siglo XIX estas Comunidades religiosas consagradas, donde nunca se había extinguido del todo el monacato y habían pervivido Comunidades benedictinas, franciscanas…etc. lo mismo femeninas que masculinas dentro de la Iglesia de Inglaterra.

Quisiera mencionar ahora a personas que han ofrecido sus vidas al Señor por la causa de la Unidad de los Cristianos.
A algunas de ellas Dios les ha aceptado su ofrenda “de una manera descarada”, dice en su libro D. Julián.
Y otras han ido agotando sus vidas con el dolor y el gozo de una entrega total como el abbé Paul Couturier, sacerdote francés fallecido en 1953.

En primer lugar recuerdo a Sor María Gabriela de la Unidad, a quien el papa Juan Pablo II beatificó el 25 de enero de 1983.
Esta religiosa vivió su vida de clausura en el monasterio de Grotaferrata, cerca de Roma, donde su abadesa, muy sensible al ideal ecuménico, les hablaba de ello.
Sintió el deseo de ofrecer su vida por la Unidad de los Cristianos y con el permiso de sus superiores, hizo su ofrecimiento el día 25 de enero de 1938.

Al mes de hacerlo, con 25 años, se le declaró una tuberculosis, que la llevó a la muerte el domingo del Buen Pastor de 1939.
Años después cristianos de diversas confesiones conocen y admiran su vida.

Otro ejemplo de entrega por la causa de la Unidad de los Cristianos lo tenemos en la que fue directora de las Misioneras de la Unidad, Eliécer Pérez, que descansó en el Señor el 11 de septiembre de 1991, después de haber ofrecido su vida por la misma causa.
Atenta a todas las cosas de la Iglesia y en particular al tema de la “nueva evangelización”, escribía en sus apuntes meses antes de morir:
¡Señor, ante la Nueva Evangelización y para que la Iglesia sea Una, toma mi vida!
¡Padre, únenos a los cristianos para que el mundo crea que enviaste a tu Hijo!
¡Padre, reconcílianos y únenos¡ decía Eliécer.
            También quisiera mencionar a Marina Iglesias, otra misionera de la Unidad que siguió los pasos de su directora.
         Tuve la suerte de conocerla; era la que nos abría la puerta del Centro Ecuménico y siempre la recordaremos por su gran sencillez y generosidad.
Hablaba muy poco y hacía suyo el lema de “calla o di alguna cosa mejor que el Silencio”, algo muy sabio. Falleció el 22 de enero en plena Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de 2002.

Y si me dejáis, me gustaría terminar hablando de mi experiencia ecuménica a lo largo de veinte años “al servicio del Amor sin fronteras…, Jesucristo”
            En Madrid D. Julián García Hernando y las Misioneras de la Unidad me enseñaron  que
“el ecumenismo es sencillamente una ACTITUD y una SENSIBILIDAD cristianas hacia los demás hermanos seguidores de Jesús en otras Iglesias”.
           Es mirarlos y verlos con actitud de amistad para poderlos conocer y saber de las riquezas espirituales de sus Iglesias, sin miedo, compartiendo con ellos también las nuestras.

            Recuerdo con emoción la primera vez que en una celebración ecuménica, un grupo de cristianos de distintas Iglesias  rezamos juntos “el Padre Nuestro” con las manos unidas. Las mías las tenía cogidas, una a Lucrecia, la mujer de un arcipreste ortodoxo rumano y la otra a Karl Gunter, un luterano de origen danés. Creo que esto es… Amor sin fronteras.
            Y otro día inolvidable fue la primera vez que, aquí en Cáceres, en la iglesia de Jesucristo Resucitado alabamos a Dios cantando con los cristianos Evangélicos de nuestra ciudad.
Notamos como el Espíritu Santo llenaba nuestros corazones de fraternidad y concordia.
Y esto también me parece que es… Amor sin fronteras.
           
Convencida  de que estamos en un lugar “de FRONTERA, de COMUNIÓN  y de DESAFIO”, con palabras otra vez de D. Julián, quisiéramos seguir con toda ilusión  por este camino hacia la reconciliación y la unidad de todos los cristianos.             
 ¡Cuando tú lo quieras, Señor y como tú lo quieras!


Guadalupe Ropero            

10 de mayo de 2013

Crónica del III Encuentro de Iconografía

 

Por tercer año consecutivo hemos celebrado en la diócesis el encuentro nacional de Iconografía desde el viernes 19 al domingo 21 de abril de 2013.
            Se ha desarrollado en la iglesia de la Preciosa Sangre, en el monasterio de Santa María de Jesús de las religiosas Jerónimas y en el monasterio de Yuste.
            Han asistido Iconógrafos y expertos de varios lugares de España: Valencia, Cádiz, Valladolid, Madrid, Córdoba, Burgos…etc. y  personas interesadas en conocer la expresión y significado, así como el arte y la cultura religiosa del Icono bizantino.
            Pero sobre todo nos hemos adentrado en la espiritualidad del mundo cristiano oriental, a través de lo que representan los Iconos para nuestros hermanos cristianos ortodoxos, de la mano del archimandrita de la Iglesia ortodoxa griega, Rdo. P. Demetrio y del sacerdote católico gaditano D. Lázaro Albar, doctor en teología espiritual.
            D. Lázaro nos inició en la oración contemplativa por medio de los Iconos, que es aprender a mirar, a acoger, a escuchar…para introducirnos en el misterio de Dios.   
            El sábado rezamos Laudes con la comunidad de religiosas Jerónimas y pasamos la mañana con ellas contemplando el icono “del Esposo” (o del Novio).
 Por la tarde D. Francisco, nuestro obispo, nos habló de “la Fe y el Amor reflejado en el Icono” y nos dijo que representa la Belleza que salva, la Belleza de la Fe, la Belleza de la esperanza, la Belleza del Amor… y en él  podemos descubrir y encontrar la Misericordia de Dios.  
Y seguimos contemplando los iconos de “Cristo y el abad de Mena” (el icono de la Amistad o del Buen Amigo) y el icono de la Santa Trinidad de A. Rublev guiados por D. Lázaro, que nos aseguró que el Reino de Dios se construye con una gran amistad con Cristo. Tener un solo corazón y una sola alma…y crear ambientes de fraternidad a nuestro alrededor, son algunas de las cosas que nos sugirió.
Finalizamos el día con una celebración litúrgica ortodoxa: “AKÁTHISTOS de la VIRGEN MARÍA”, dirigida por el P. Demetrio en la iglesia de la Preciosa Sangre. Es un bello himno mariano procedente del siglo VI en el que se narran los principales misterios de la Madre de Dios.  
El domingo comenzamos con una Eucaristía en el incomparable marco de la Iglesia del monasterio de Yuste, presidida por D. Francisco Cerro y continuamos en el mismo monasterio con una conferencia del P. Demetrio sobre “la Eucaristía, Icono del Reino”, donde nos fue desmenuzando el significado de la Divina Liturgia para los cristianos ortodoxos y nos acercó al Iconostasio y todo lo que representa para ellos.
 Después de una comida fraterna en Aldeanueva de la Vera, clausuramos el encuentro con una visita a algunos de los hermosos parajes de la comarca con sus espectaculares gargantas e hicimos un  recorrido precioso por el Valle del Jerte con sus cerezos en flor.

El equipo de la delegación diocesana de Relaciones Interconfesionales

6 de abril de 2013

“La Belleza que Salva”

Encuentro de Iconografía en Cáceres, una cita interesante, bella, fraterna y cultural, para todos los que nos gusta disfrutar de la presencia de Cristo Vivo y Resucitado.
Si estás interesado en participar y quieres contactar con la organización, ponte en contacto con Paqui, T. 927 23 04 87, o bien con la Hermana Catalina T. 610 90 33 00 – 927 29 05 45.

Un Saludo.



10 de febrero de 2013